Estamos en crisis. Así que (pienso yo), cuidar de los clientes de toda la vida es un objetivo fundamental en cualquier empresa. Captar nuevos clientes está muy bien, por supuesto, pero en tiempos difíciles es cuando hay que mimar a los tuyos; porque si no mimas a los tuyos en los momentos difíciles, es fácil que pierdan la confianza que tanto cuesta lograr.
Pues parece que no. Los bancos, esos grandes amigos que deberían estar ahí cuando los necesitas, porque para algo les dejamos nuestro dinero, gracias al cual pueden hacer sus negocios y presumir de cuenta de resultados al final del ejercicio, prefieren sacar productos con grandes ventajas, pero sólo para nuevos clientes, que los clientes habituales ya los tenemos y a esos no tenemos que cuidarlos.
Y es que se copian en todo: abra una cuenta con nosotros (es decir, tráiganos SU dinero) y le daremos el 3% T.A.E. durante 4 meses (más no, no vaya a ser que resulte ventajoso para usted). Eso sí: sólo para nuevos clientes. Los clientes de toda la vida pueden seguir "disfrutando" de nuestra rentabilidad habitual.
Desde 1.000 euros, porque por menos dinero para qué molestarse (y oferta exclusiva por Internet, no se te ocurra presentarte en la oficina, que te mirarán raro). Ah, pero sólo si eres nuevo cliente. Si ya tenías una cuenta con ellos, puedes seguir "disfrutando" de sus "ventajosas" condiciones habituales.
En fin. Yo haría un sano ejercicio: iría a mi banco habitual y le pediría dos balances.
-Por favor, ¿sería tan amable de decirme cuántos intereses a mi favor he percibido desde la fecha de apertura de mi cuenta?
Tras un momento de vacilación, y probablemente tras consultar con dos o tres compañeros cómo demonios se hace eso, el empleado del banco nos facilita la cifra.
-Muchas gracias. Y ahora, ¿sería tan amable de decirme cuánto dinero he pagado en concepto de comisiones de mantenimiento, por renovaciones de tarjetas de crédito/débito, etc.?
Pues parece que no. Los bancos, esos grandes amigos que deberían estar ahí cuando los necesitas, porque para algo les dejamos nuestro dinero, gracias al cual pueden hacer sus negocios y presumir de cuenta de resultados al final del ejercicio, prefieren sacar productos con grandes ventajas, pero sólo para nuevos clientes, que los clientes habituales ya los tenemos y a esos no tenemos que cuidarlos.
Y es que se copian en todo: abra una cuenta con nosotros (es decir, tráiganos SU dinero) y le daremos el 3% T.A.E. durante 4 meses (más no, no vaya a ser que resulte ventajoso para usted). Eso sí: sólo para nuevos clientes. Los clientes de toda la vida pueden seguir "disfrutando" de nuestra rentabilidad habitual.
Desde 1.000 euros, porque por menos dinero para qué molestarse (y oferta exclusiva por Internet, no se te ocurra presentarte en la oficina, que te mirarán raro). Ah, pero sólo si eres nuevo cliente. Si ya tenías una cuenta con ellos, puedes seguir "disfrutando" de sus "ventajosas" condiciones habituales.
En fin. Yo haría un sano ejercicio: iría a mi banco habitual y le pediría dos balances.
-Por favor, ¿sería tan amable de decirme cuántos intereses a mi favor he percibido desde la fecha de apertura de mi cuenta?
Tras un momento de vacilación, y probablemente tras consultar con dos o tres compañeros cómo demonios se hace eso, el empleado del banco nos facilita la cifra.
-Muchas gracias. Y ahora, ¿sería tan amable de decirme cuánto dinero he pagado en concepto de comisiones de mantenimiento, por renovaciones de tarjetas de crédito/débito, etc.?
1 comentario:
¿y si lo haces? y luego nos lo cuentas :-)
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