14 abril, 2020

Hiperconectados


Estos días —estas semanas— que llevamos sin salir de casa a algunos les habrá servido para «desconectar». Como os sugería un par de publicaciones antes, aprovechad para echar el freno, apagad las pantallas y encended los canales analógicos de comunicación.

Bueno, yo he hecho un poco eso, pero he aprovechado para hacer también lo contrario...

He estado subiendo un podcast cada día para aprovechar este tiempo, recuperar el archivo histórico y, de paso, intentar paliar con el programa vuestras horas de encierro.

Y también para abrir un nuevo canal de comunicación más directo si cabe.

Ya teníamos Facebook (en decadencia absoluta puesto que no lo uso prácticamente; no me contactéis por ahí), Linkedin (que intento usar moderadamente y, a ser posible, de manera «profesional»), el ancestral blog (que creé en 1995 y que utilizo de forma anecdótica, pero que aquí está) y Twitter, que es la vía más rápida y directa de interactuar con vosotros.

A todo ello añado un canal en Telegram. Para los que no soltáis el móvil y sois perezosos para utilizar todas las posibilidades anteriores.

Más fácil no puede ser.

01 abril, 2020

Música para... Vosotros.


¿Somos un servicio público?

Lo solté así, tal cual, en Twitter esta mañana antes de publicar el playlist del programa de ayer.

Dicho así puede sonar un tanto pretencioso, pero las circunstancias son las que son. Es decir, estamos en medio del confinamiento provocado por el COVID-19 (el programa de ayer iba «un poco» por aquí) y todos estamos atrapados en este fenomenal caos. Como decía en el programa, unos en sus casas, solos o con su familia, otros trabajando, en primera línea como los sanitarios, las fuerzas de seguridad, los transportistas o los reponedores de supermercado, o como autónomos o para la empresa que nos da de comer. Cada uno con sus circunstancias. Sanos o enfermos. Con amigos o familiares que tal vez estén hospitalizados o, directamente, no lo hayan superado.

Con la música intento proporcionar una ventana de aislamiento del momento presente, un paréntesis donde refugiarse y escapar del estrés cotidiano, de los problemas mundanos. Ni más... Ni menos.

Dicho así no parece gran cosa, pero entiendo que haya oyentes que aprovechen al máximo esto que digo. Que realmente difrutan con cada nuevo programa, que efectivamente sea un bálsamo en estos días de aislamiento. Esa es mi esperanza.

Alguien respondió que hay oyentes que aprecian lo que hacemos y que agradecen que estemos haciéndolo. Yo contesté: entonces sí que somos un servicio público.

Ser o no ser. Esa NO es la cuestión. Yo no voy a hacer el programa «por ser un servicio». Pero sí es cierto que de alguna manera lo somos. En realidad todos lo somos en nuestros actos cotidianos. Todos servimos a los demás en la medida de nuestras posibilidades; con nuestro trabajo o simplemente en nuestras relaciones con los demás.

Como decía ayer: esta es música para... Vosotros.