La música ejerce su influencia en nuestros estados de ánimo. Puede elevarnos y potenciar nuestra euforia y puede acompañarnos en nuestros momentos más sombríos y melancólicos, arropándonos con su manto, sirviéndonos de consuelo en un momento de desolación.
Así que no es en absoluto disparatado decir que la música nos hechiza con su encantamiento.
Compruébalo en el programa #921.
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