02 octubre, 2006

Córdoba (II)


Continúo (con vuestro permiso) enseñándoos algunos rincones mágicos de Córdoba.

La Plaza de la Corredera es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Córdoba. Única plaza mayor cuadrada de Andalucía y la más emblemática de España junto a la Plaza Mayor de Madrid y Plaza Mayor de Salamanca.
Construída en el emplazamiento que se cree que en su día ocupó parte del Circo Romano, este espacio ha sido profundamente remodelado con el paso del tiempo. A finales de siglo XIX, en 1896, se construye en mitad de la plaza un edificio tendente a albergar el mercado de abasto. Es en el año 1959 cuando Antonio Cruz Conde, alcalde de Córdoba, aprueba el derribo del edificio de mitad de la plaza para realizar uno en el subsuelo. En esta construcción se encontraron numerosos mosaicos que hoy en día se encuentran expuestos en el Alcázar de los Reyes Cristianos.

Entre los edificios que dan forma a la plaza destaca el Mercado de Sánchez Peña o las Casas de Doña Ana Jacinta. El actual Mercado de Sánchez Peña sirvió de sede consistorial así como cárcel, hasta que en el siglo XIX, 1846, el empresario cordobés José Sánchez Peña, compró el edificio e instaló allí la más moderna industria de Córdoba con máquinas de vapor para crear una fábrica de sombreros, instalando a los obreros en la parte alta del inmueble, donde tuvieron sus viviendas.




La plaza de las Tendillas está situada en las inmediaciones del antiguo foro romano y se ha convertido actualmente en el verdadero eje donde se desarrolla y se organiza la vidad comercial de la capital cordobesa.
Tras su remodelación se ha convertido en una plaza peatonal en su practica totalidad. Es reseñable la estatua ecuestre que se erige en el centro de la plaza en la que se reproduce la imagen de Don Gonzalo Fernández de Córdoba más conocido como "el Gran Capitán", político y militar de los Reyes Católicos.




Otra de las maravillas de Córdoba es la Sinagoga.

Este templo hebreo se construyó en el año 1315 (5075 del calendario judío) en estilo mudéjar por alarifes dirigidos por Isaq Moheb.
Consta de un patio al que se accede desde la calle y que da paso a un vestíbulo seguido de la sala de oración. Del lado oriental del vestíbulo arranca la escalera que lleva hasta la galería para las mujeres; dicha galería se conecta con la sala de oración mediante tres balcones decorados con arquillos polilobulados.
La sala de oración es de planta casi cuadrada con 6'95 x 6'37 m; tiene cubierta de artesonado y alcanza una altura de más de 6 metros; en su lado oriental se abre el tabernáculo, espacio reservado para la Torá y coronado con arco de grandes lóbulos, enmarcado en un alfiz; alrededor se dispone decoración de lacería. El lado opuesto al tabernáculo presenta un pequeño nicho con arco polilobulado y apuntado, donde estuvo el retablo de Santa Quiteria.

La decoración en yeso, con motivos mudéjares, se ha perdido hasta unos dos metros de altura, dejando a la vista el ladrillo de su fábrica.

Luego de la expulsión de los judíos en 1492 el edifició se dedicó a diversas funciones: hospital de hidrófobos de Santa Quiteria, Ermita de San Crispín del gremio de los zapateros y escuela de párvulos hasta que fue declarado Monumento Nacional en 1885.
Desde entonces pasó por varias fases de restauración como la de Félix Hernández en 1929 y las iniciadas en 1977 hasta llegar a la reapertura del edificio en 1985 con motivo de la celebración del 850 aniversario de nacimiento de Maimónides.



Y para cerrar esta entrada, dos momentos de los que me gustan a mí, callejeando sin otro propósito que descubrir rincones.
Primero asomado en un patio del zoco, donde puedes encontrar todo tipo de cosas típicas para comprar, especialmente su artesanía de cuero.


Y uno de los sitios más pintorescos y probablemente más fotografiados de la ciudad, desde el cual se puede divisar la Catedral que se encuentra dentro de la famosa Mezquita, de la cual os hablaré en la siguiente publicación.


2 comentarios:

Elena dijo...

Bonito reportaje :), la ciudad es una maravilla, mezcla de culturas que hace que la gente que vive ahi sea tan acogedora.

Anónimo dijo...

Hay que ver , la cultura que da el viajar !! jaaj ....